Alergia y ojos llorosos.
Los ojos llorosos son uno de los primeros síntomas de alergia cuando llega la primavera. Si tienes alergia al polen, sabrás por experiencia que los síntomas habituales son ojos llorosos, enrojecidos, hinchados, estornudos, picores…
Para proteger los ojos durante los procesos alérgicos, es aconsejable seguir estos consejos:
– Limpiar los ojos con lágrimas artificiales. Refrescan, lubrican y ayudan a eliminar alérgenos.
– Lavar los ojos con suero fisiológico de manera recurrente. Si el líquido está frío se reduce el flujo sanguíneo y por tanto la rojez de los ojos. El suero fisiológico limpia los alérgenos y mantiene el ojo hidratado.
– No frotar los ojos.
– Utilizar gafas de sol envolventes para evitar que el polen llegue a los ojos y protegerlos de la sensibilidad a la luz.
– Visitar al especialista si se existe dolor ocular.
Mientras el ojo permanece rojo, hinchado y lloroso, la visión puede verse afectada. Una visión borrosa es habitual en las personas que sufren conjuntivitis. Aunque la visión vuelve a ser normal pasado el episodio alérgico, es conveniente revisar la salud visual para comprobar que no ha quedado afectada. Los profesionales de Federópticos, a través de los servicios avanzados de Federópticos García Noblejas, pueden realizar las pruebas pertinentes para descartar o tratar cualquier complicación de manera precoz.
Además, recuerda que para tratar de reducir los efectos que genera la alergia primaveral, es aconsejable seguir estos consejos:
Evitar el campo en época de floración de la planta a la que se sea alérgico.
Permanecer el menor tiempo posible al aire libre, especialmente en días con viento.
Ventilar la casa al atardecer y cerrar las ventanas por la noche.
Lavar la ropa y secarla, a ser posible, en secadora o dentro de la casa.
